Medición de los objetivos de la comunicación.

Las organizaciones se comunican constantemente con audiencias externas e internas sobre temas que van desde una discusión sobre valores y objetivos hasta estrategias de marketing y campañas publicitarias. Medir el valor y el retorno de las comunicaciones puede ser complicado, pero es una herramienta que todas las empresas pueden utilizar para evaluar su efectividad para llegar a nuevos clientes o para comunicar la cultura corporativa a los empleados.

Objetivos de comunicación

Cada mensaje que una empresa transmite a sus partes interesadas internas o externas puede considerarse parte de la comunicación organizacional. Las empresas tienen muchas razones para comunicar un mensaje. Puede tener la intención de que el mensaje afecte la visibilidad, el posicionamiento del producto, la conciencia del problema o el comportamiento del empleado, o puede estar diseñado para mejorar el valor de las acciones de la empresa, el potencial de inversión o la percepción del inversor. Estos objetivos generales de comunicación a menudo se dividen en metas o planes más pequeños. Si, por ejemplo, su empresa busca concienciar sobre un nuevo producto, puede hacerlo publicitando en medios tradicionales, reconectándose con clientes en la tubería o utilizando nuevos medios. Cada una de estas opciones trae consigo objetivos y pasos de acción adicionales, con la necesidad que se acompaña de medir las variables y sus resultados para evaluar la efectividad de esa estrategia de comunicaciones en particular.

Medición de la visibilidad

Dar visibilidad a un nuevo producto o servicio a menudo inspira a las organizaciones a participar en un esfuerzo de comunicación estratégica. Como una de las formas de comunicación más utilizadas (piense en comerciales de televisión, anuncios de radio y publicaciones en redes sociales) hay varias formas de medir la visibilidad. Por ejemplo, se pueden realizar encuestas de antes y después con grupos de público objetivo, grupos de enfoque para recopilar comentarios de los clientes o se pueden iniciar conversaciones en redes sociales para determinar cómo reaccionan los clientes potenciales a la marca o el mensaje de un producto. La medición de las estadísticas del sitio web, las visitas a la página y los "me gusta" de las redes sociales son métodos más cuantitativos para medir la visibilidad.

Medición de Volumen y Ventas

Junto con brindar visibilidad a un nuevo producto o servicio, la mayoría de las empresas desean traducir esa visibilidad en ventas reales. Medir las ventas suele ser una tarea más cuantitativa que medir la visibilidad, aunque a veces las dos tareas se superponen. Por ejemplo, su empresa puede medir el volumen de ventas nuevas y repetidas antes, durante y después de una campaña de marketing para determinar la efectividad de esa campaña para ayudarlo a generar ganancias. También puede realizar un seguimiento de la cobertura de los medios de un producto o servicio consultando las redes sociales para analizar sobre su empresa o sus productos, o manteniendo un control sobre la cobertura de los periódicos y las publicaciones de la industria o el comercio.

Medición de la satisfacción de los empleados y estadísticas de recursos humanos

Además de las comunicaciones externas a los clientes existentes y potenciales, muchas empresas desean influir positivamente en la percepción de la empresa ante los empleados con sus misivas internas. Aquí, una mezcla de métodos cualitativos y cuantitativos es útil. Se debe preguntar a los empleados sus opiniones sobre qué tan bien la compañía ha logrado comunicar su misión, objetivos de operaciones, políticas y procedimientos. Es posible que también desee realizar un seguimiento del número de currículos no solicitados que recibe, ya que esto dice algo acerca de la percepción pública de la empresa y su marca. Quizás más importante es la tasa de retención de empleados. Los empleados que entienden los mensajes internos de una empresa tienen más probabilidades de quedarse, ya que entienden el ímpetu detrás del trabajo que están haciendo. Si los empleados abandonan su empresa a un ritmo relativamente rápido, esto podría ser una señal de que no está comunicando un lugar de trabajo acogedor o una cultura corporativa propicia.

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