Cómo aprender sobre el negocio de la música

La música es una profesión grande y diversa, con una amplia variedad de disciplinas y formas de hacer negocios. La música se diferencia de otras profesiones en sus puntos de entrada. Para muchos músicos, la audición formal es la única forma de ser contratado. El lado comercial de la música a veces puede abordarse a través de aprendizajes informales o un período de servicio no pagado que conduce al empleo. Independientemente de los intereses profesionales específicos, no hay sustituto para un conocimiento profundo y detallado de esa especialidad.

1.

Leer libros sobre el negocio de la música. Conéctese a Internet y visite sitios web de negocios musicales, como la página de carreras de Berklee College of Music. Ningún libro puede desbloquear todos los secretos para encontrar una carrera en la música, pero las mejores publicaciones dan una idea de los estándares de las calificaciones profesionales y el comportamiento en el campo. Las revistas existen para cubrir virtualmente todas las áreas de la música y son especialmente útiles para mantenerse al día con los desarrollos e innovaciones de mes a mes.

2.

Decida un enfoque de carrera que siga los intereses y aptitudes de la persona lo más cerca posible, ya sea en interpretación, grabación y producción en estudio, trabajo legal y por contrato, promoción, gestión de artistas, compañías discográficas, radio, enseñanza u otras disciplinas. Si bien el camino futuro puede apartarse de las expectativas de manera imprevisible, es importante desarrollar un plan para avanzar.

3.

Habla con profesionales de la música. Póngase en contacto con las personas que trabajan en el área específica de interés para solicitar orientación. Esto se puede hacer por correo electrónico, teléfono, carta o encuentro en persona, por ejemplo, eligiendo el momento adecuado para acercarse a un músico que está empacando después de una actuación. No hay nada de malo en parecer confiado y ambicioso, siempre y cuando uno sea también educado y respetuoso. La mayoría de los profesionales, si se los aborda de la manera correcta, se complacen en compartir su experiencia, conocimiento o contactos con una persona sinceramente interesada.

4.

Aprende las habilidades y calificaciones necesarias para el éxito. Para la educación musical, la historia de la música, la musicoterapia o la interpretación de música clásica, una educación formal en un departamento de música o conservatorio universitario es esencial. Otros trabajos, como convertirse en un promotor musical, se abordan mejor a través de contactos personales, pasantías o pasantías no remuneradas. Es vital leer las publicaciones comerciales en su área.

5.

Desarrollar un amplio conjunto de habilidades. Por ejemplo, un productor de música necesita tener un conocimiento práctico de los instrumentos, la notación, la tecnología de grabación, el software de escritura musical, la organización, la programación, la contratación, el presupuesto y la comercialización. Para llegar a fin de mes, un artista independiente puede necesitar aprender habilidades relacionadas, tales como la construcción y reparación de instrumentos, la enseñanza privada, la conducción o el hablar en público. La versatilidad es de suma importancia.

Consejos

  • Lea las biografías de profesionales de la música exitosos para aprender cómo se destacaron; reconociendo, sin embargo, que una persona cuya carrera comenzó hace décadas puede haber seguido un camino que ya no existe en la actualidad.
  • La música es un negocio competitivo. Si fuera fácil hacerlo en el campo, todos lo estarían haciendo. Uno debe ser persistente en el rostro o rechazo y negación y alerta a oportunidades alternativas o no anticipadas.

Advertencia

  • Manténgase al día con los rápidos cambios en el negocio, ya que las habilidades que antes eran importantes pueden volverse irrelevantes de la noche a la mañana. Una razón para esto puede ser los avances tecnológicos; por ejemplo, la disminución de las tiendas de discos minoristas debido a la descarga de Internet. Las orquestas están ausentes de muchos bailes de gira o espectáculos de Broadway porque usan el acompañamiento grabado. Los cambios en los gustos públicos también hacen que la música se extinga; por ejemplo, el jazz Dixieland, que apenas se escucha hoy en día incluso en Nueva Orleans.

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